Como una muralla tosca, áspera y enorme, interrumpió entre nosotras el peor de los mal paridos errores del lenguaje.
Las palabras mal fluidas, las *socorredoras* frases cliché, sacadas de alguna novela de las que dan a medio día, tan estudiadas y sobreactuadas como las risitas, que forzosamente empujamos de nosotras, durante esas lagunas de silencio que nos parecen tan incomodas,..
Entonces desee arrancar de un mordisco tu sonrisa mal fingida, y acabar con el nerviosismo que me inspiraba.
Fue imposible evitar el que haces tu, que te trae por acá, como quieres las fotos, para cuando y todo el bla bla al que no puse mucha atención.
Fue ese día, cuando te tuve por primera vez desnuda, torpe e indefensa, sintiéndote violada en cada click, rígida, desconfiada y cuidadosa.
Y como un hábito vicioso, regresabas todas las semanas, un poco más llana y serena, deshojando tu pudor en mi estudio, que al pasar de los días, se llenaba de tus fotos.
Así me perdí, robando paisajes anatómicos, contando los pliegues de su cuerpo tan ausentes de carne, que se dejaban mostrar a la generosidad de su vergüenza, ella siempre tan vulnerable a la luz del flash, y yo concentradísima, capturando algún impredecible gesto espontáneo que escapara a su timidez en movimiento.
Entonces ..Imagina que toco aquí, imagina que te beso allá.
Yo apretaba incesablemente el botón de la cámara robando todo dejo de deseo que resbalara ella en su plenitud, en su pelo, en sus manos, de sus piernas desperdigadas en la cama confundiendo entre las sabanas su blancura, como una ensalada de género y piel.
Entonces fuiste mía mil veces, y no necesite tocarte
Entonces te entregaste como nunca, y despertaste con la conciencia calma, y la piel libre de manoseos y preámbulos carnales innecesarios.Por que en el refugio ese que llamas oscuridad, sobre las tablas de nuestro secreto escenario sexual, jugamos sin manos, ni lenguas, ni palabras, en un vaivén de caricias violentas, inexplícitas e indefiniblemente llenas de ternura.
Las palabras mal fluidas, las *socorredoras* frases cliché, sacadas de alguna novela de las que dan a medio día, tan estudiadas y sobreactuadas como las risitas, que forzosamente empujamos de nosotras, durante esas lagunas de silencio que nos parecen tan incomodas,..
Entonces desee arrancar de un mordisco tu sonrisa mal fingida, y acabar con el nerviosismo que me inspiraba.
Fue imposible evitar el que haces tu, que te trae por acá, como quieres las fotos, para cuando y todo el bla bla al que no puse mucha atención.
Fue ese día, cuando te tuve por primera vez desnuda, torpe e indefensa, sintiéndote violada en cada click, rígida, desconfiada y cuidadosa.
Y como un hábito vicioso, regresabas todas las semanas, un poco más llana y serena, deshojando tu pudor en mi estudio, que al pasar de los días, se llenaba de tus fotos.
Así me perdí, robando paisajes anatómicos, contando los pliegues de su cuerpo tan ausentes de carne, que se dejaban mostrar a la generosidad de su vergüenza, ella siempre tan vulnerable a la luz del flash, y yo concentradísima, capturando algún impredecible gesto espontáneo que escapara a su timidez en movimiento.
Entonces ..Imagina que toco aquí, imagina que te beso allá.
Yo apretaba incesablemente el botón de la cámara robando todo dejo de deseo que resbalara ella en su plenitud, en su pelo, en sus manos, de sus piernas desperdigadas en la cama confundiendo entre las sabanas su blancura, como una ensalada de género y piel.
Entonces fuiste mía mil veces, y no necesite tocarte
Entonces te entregaste como nunca, y despertaste con la conciencia calma, y la piel libre de manoseos y preámbulos carnales innecesarios.Por que en el refugio ese que llamas oscuridad, sobre las tablas de nuestro secreto escenario sexual, jugamos sin manos, ni lenguas, ni palabras, en un vaivén de caricias violentas, inexplícitas e indefiniblemente llenas de ternura.
- Gabriela Espejo. Primer Lugar Concurso de Cuentos
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